Cuando se te va un ser
querido, pensas que se te acaba el mundo, que no vas a poder salir adelante,
que nunca más en la vida lo vas a poder ver, o abrazar, y decir cuanto lo
queres.
Por hay lo saludaste y le dijiste hasta luego, y lo que menos
pensas es que de un día a otro no va a estar más, y eso es lo que más te duele,
porque te preguntas…
Por qué no lo abrace?
Por qué no le dije cuanto lo quiero?
Por qué no
pase más tiempo con ella? ,
y muchas cosas que se te pasan por la cabeza, y no sabes más
que pensar.
Pero acá estamos, me di cuenta que no sirve de nada vivir con un
rencor de porque no hice tal cosa, porque no la ayude o porque no estuve a cada
momento, es mejor saber que la persona este donde este, nos va a cuidar
siempre, y nunca nos va a dejar caer, por eso mismo tenemos que luchar por
aquellas personas que se fueron, porque ellos nos dan fuerzas, y nosotros
aunque duela tenemos que demostrarle que podemos salir adelante, como nos
enseñaron cuando ellos estaban con nosotros.
Porque ese ser querido, va a estar siempre pero
siempre escuchándonos, y dándonos consejos , estén donde estén, por eso nunca
voy a perder la esperanza de que algún día voy a volver a verlos, y poder
abrazarlos bien fuertes, sé que algún día vamos a volver a estar juntos
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